A las pocas semanas de mi llegada a la redacción, ya habíamos intimado mucho, la conexión entre nosotras, se palpaba en el ambiente y con gran rapidez surgieron los rumores, los cuales no nos molestamos en desmentir ninguna de las dos, incluso nos llegaron a parecer graciosos.
María tenia pareja, Daniela, una argentina alocada que absorbía la energía de cualquiera, Tenía una galería de arte en el centro de la ciudad, así que vivían sumidas en un cumulo de compromisos sociales y a María le costaba un gran esfuerzo seguir el ritmo de Daniela de noches eternas, tertulias hasta el amanecer, alcohol y algún que otro barbitúrico.
Yo no la conocía personalmente, pero tras mi amistad con María ya me parecía hacerlo.
Pasados unos meses de mi estancia en la redacción, empezé a sentir a María un tanto distinta, enojada a todas horas, brusca, irritable....y un tanto desconcentrada.
Según ella todo estaba bien y no cesaba de encubrir su malestar tras síntomas premenstruales, pero a mi entender, su estado hormonal ya se estaba alargando demasiado!!
Un Martes cualquiera, María no pudo mas y descargó en mi todas sus preocupaciones.
Estaba segura de los escarceos de faldas de Daniela.
No sabía que decir, pues me encontraba en un mundo desconocido para mi "infidelidad entre lesbianas", toda mi vida había estudiado el comportamiento de los hombres, como enmascaran sus engaños, cuando mienten, por que, que gestos significan algo...
Lo hice lo mejor que pude, sopesando sus argumentos, valorándolos y emitiendo mi propio juicio, el cual cambió mi vida para siempre!
Sugerí a María hablar directamente con su pareja y explicarle todas sus sospechas, pero ella lo negó todo de manera contundente y aún así María siguió en sus trece, angustiada.
Así que emití mi plan B, siguela!
María quedó en silencio un largo minuto y yo me sentí absurda tras tal bobería.
Durante un par de días no hablamos del tema, María parecía mas tranquila, pero aún así yo estaba con la mosca detrás de la oreja, con el presentimiento de que algo tramaba.
El jueves por la tarde soltó la bomba.
Me sugirió tomar una copa después del trabajo, hasta ahí todo normal, lo hacíamos a menudo, pero su sonrisita de niña traviesa me asustaba.
Entre humo de cigarrillos surgió mi primer encargo.
María me ofreció una elevada cantidad de dinero por seguir a Daniela, y no solo eso, me ofreció ser el gancho que la desenmascararía.
Introducirme en su mundo, seducirla y llevarla al borde del precipicio.
No pude parar de reír mientras su rictus seguía impasible, hasta que mi risa se tornó un tanto nerviosa cuando fui consciente que todo iba absolutamente en serio.
Mi primera respuesta fue NO. Pero María insistió infinitamente hasta que consiguió un " lo pensaré".
Y lo pensé y lo seguí pensando, la cifra era golosa y para que engañarnos, el trabajo divertido, en lo único que no pensé fue en su final.
Acepté, y pasé muchas noches de insomnio estudiando a Daniela, sus gustos, sus costumbres, su ideología política, nada podía fallar, si eso ocurría, María y yo quedariamos con el culo al aire.
Pasé algunas tardes por la galería, con la excusa de estar interesada en una de las obras expuestas de un artista polaco del que jamas había oído hablar y el cual tuve que investigar con rapidez para no meter la pata!
Daniela me atendió,y el juego empezó.
Y se despertó en mi una sensación extraña que jamas había experimentado, pero fuese la que fuese se apoderó de mi y no pude dejar de hacerlo...
Coqueteé con Daniela cada una de las veces que pasé por allí y ella parecía muy receptiva.
Escribía un diario cada noche al llegar a casa (agotada), para no olvidar ningún detalle.
Tuve que comprar el cuadro, pagué 1000 euros, lo cuales costeó María, quedaba precioso en el salón de mi apartamento,(llegué a creerme mi papel).
Mientras planeaba mi 2º paso, ocurrió, Daniela me telefoneó para invitarme a la inauguración de otra exposición, esta vez se trataba de un artista cubano hiper realista.
Cada mañana al llegar a la redacción María me interrogaba y yo le contaba lo justo, decidí que el método de trabajo lo imponía yo y que no le contaría nada hasta no tener resultados probables. Esto la enfurecía, pero yo sabia que era lo mejor, de lo contrario ella habría metido la pata, contando algún detalle imposible de saber si no había estado allí.
Todo fue sencillo, acudí a la cita, allí coincidí con María, nuestras miradas se cruzaban, pero era imposible sospechar que nos habíamos visto anteriormente.
La gente se fue marchando, María también se fue y Daniela aprovecho para acercarse a mi y proponerme quedarme hasta el final, con un grupo reducido de pasantes y comisarios para ir a tomar una copa a un local de moda, sede de Bohemios y artistas.
Me quedé y desde entonces todo fue muy fácil.
Daniela acaricio mi muslo y mi cuello varias veces a lo largo de la noche, lo hacia por inercia embriagada por el alcohol, yo me mostraba cómoda (aunque no lo estaba), y las copas también empezaban a hacer mella en mi, pero debía mantener el control y así lo hice, fui una gran profesional desde el primer día.
Decidí retirarme, no quería ser una chica fácil, Daniela insistió mucho en ver el lugar donde había colgado el cuadro, pero yo amablemente le sugerí dejarlo para otro momento y le guiñe un ojo (eso me salio del alma).
graficas.
Mi primera cámara! que recuerdos...iba escondida en un detector de humo falso el cual coloque en el techo del salón, justo encima del sofá y esta vez fui yo la que llamo a Daniela.
La invite a cenar, María no estaba al corriente y Daniela accedió.
Compre sushi, este era un dato que me había proporcionado MI CLIENTA, Daniela llegó, charlamos, cenamos, bebimos y me besó, no me gusto, pero tampoco me resulto incomodo, creo que hubiese sido mas complicado con un hombre.
La detuve justo a tiempo, después de dejar que contase todo lo que le hubiese gustado hacerme, incluso deje que me metiese mano.
Me funcionó muy bien la típica frase de "tengo a alguien en mi vida y esto no estaría bien"
Ella estaba fuera de órbita y no cesaba de repetir, lo discreta que era y lo bien que lo íbamos a pasar.
Conseguí que se marchase y mire al techo.
Mi trabajo había concluido, María vio el vídeo, fue un mal trago y nuestra relación cambio mucho desde aquel momento, nunca me contó el final de aquello si es que lo hubo, mi cuenta bancaria creció y mi ego se elevo.
La redacción me ahogaba y tuve que dejarlo, por el momento tenia suficiente para vivir y mi intención era abrirme a otros mundos, psicología, antropología social, sociología, derecho penal...
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